Eine Karte und Eindrücke / un mapa y impresiones
Um zwanzig vor neun mache ich mich auf den Weg. Beim Frühstück in der Bar fällt mir die Menge der gebrauchten Tassen auf dem Tresen auf. Es ist nur eine Bedienung für die Gäste da, dass keine Zeit für den Service bleibt. Während ich frühstücke laufen noch mehr Pilger an der Bar vorbei.
Die erste Pilgerin auf dem Weg ist eine Französin und die Verständigung fällt wieder einmal schwer. So wünsche ich Ihr bald einen guten Weg und gehe ich schneller weiter. Dann kommt der erste lange Anstieg des Tages. Ich überhole den nächsten Pilger, diesmal Deutschland. Die ersten 7 Kilometer sind toll, immer wieder Waldwege, mal eine kleine Siedlung und dazu gibt es gratis schöne Aussichten. Dann geht es 1,6 Kilometer entlang einer Hauptstraße bis ich As Corredoiras erreiche.
Hier gibt es die Möglichkeit einen Kaffee zu trinken und diese wir von vielen Pilgern genutzt. Ich sehe viele bekannte Gesichter aus Sobrado. Es ist kurz nach halb elf als ich weitergehe und 8 6 Kilometer sind geschafft. Da ich der letzte Pilger bin, der die Bar erreicht hat, verlasse ich diese auch als letzter Pilger der wieder aufbricht. So habe ich einen ganzen Pilgerstrom vor mir.
Ich entdecke auch ein spanisches Paar, welches ich schon mal in Vilalba gesehen habe. Ich spreche die beiden an und es entwickelt sich eine nette Unterhaltung. Die weitere Strecke geht leider nur noch über Asphalt, vorwiegend über kleine Nebenstraßen. Nach 14,3 km gegen 12:30 Uhr erreichen wir eine kleine Kirche, die ausnahmsweise mal geöffnet ist. Hier setzt ein Freiwilliger einen Stempel in die Zertifikate und verteilt einen kleinen Zettel, wann in welcher Kirche heute Abend eine Messe für die Pilger ist. Neben der Kirche ist ein Brunnen um nochmal den Wasservorrat aufzufüllen und so sammelt sich hier nochmal die Pilgerschar.
Ich bin mal wieder froh um die Unterhaltung die ich habe und sammele mal wieder alte und neue Erkenntnisse. Unter anderem, dass oft zuhören sinnvoller ist, als selber zu erzählen oder das wir uns manchmal über Dinge in unserem Land beschweren, die woanders in Europa eher schlimmer sind. Das sind so die Sachen über die wir während des Weges philosophieren. Wir laufen mal wieder an einem kleinen Feld vorbei, auf dem die Bauersleute per Hand ein kleines Feld beackern. Wer will und wird eine solche Arbeit noch in der nächsten Generation machen, ist eine der offenen Fragen auf dem Wege.
Kurz vor dem Ende der Etappe tauschen wir dann mal unsere Namen aus und erfahre, dass ich die letzten Kilometer mit Juan und Francisca gelaufen bin. Auf dem letzten Kilometer vor dem Ort kommt nochmal ein längerer Anstieg und kurz nach ein Uhr erreichen wir nach 22 Kilometern den Ort Azura.
Bis Santiago sind es noch 2 Etappen und es sind weniger als 40 Kilometer zu laufen. So langsam aber sicher geht diese Reise Ihrem Ende entgegen.
Salgo a las nueve menos veinte. Durante el desayuno en el bar, me fijo en la cantidad de tazas usadas que hay en el mostrador. Sólo hay una camarera para los clientes, así que no hay tiempo para el servicio. Mientras desayuno, pasan más peregrinos por delante del bar.
Por el camino, la primera peregrina del día es una mujer francesa y la comunicación vuelve a ser difícil. Así que pronto le deseo un buen camino y sigo caminando más deprisa. Entonces llega la primera subida larga del día. Adelanto al siguiente peregrino, esta vez un alemán. Los primeros 7 kilómetros son magníficos, siempre por pistas forestales, a veces algún pequeño poblado y siempre con hermosas vistas.
Luego son 1,6 kilómetros por una carretera principal hasta llegar a As Corredoiras. Aquí se puede tomar un café y muchos peregrinos lo aprovechan. Veo muchas caras conocidas de Sobrado. Son poco más de las diez y media cuando me pongo de nuevo en marcha y he recorrido 8,6 kilómetros. Como soy el último peregrino en llegar al bar, también soy el último peregrino en salir. Así que tengo toda una corriente de peregrinos delante de mí.
También veo a una pareja de españoles que ya había visto en Vilalba. Hablo con ellos y entablamos una agradable conversación. Desgraciadamente, el resto de la ruta es sólo por asfalto, principalmente por pequeñas carreteras secundarias. Después de 14,3 kilómetros, sobre las 12.30 horas, llegamos a una pequeña iglesia, que por una vez está abierta. Aquí, un voluntario sella los certificados y entrega una pequeña nota en la que se indica a los peregrinos cuándo se celebra misa y en qué iglesia. Junto a la iglesia hay una fuente para rellenar el suministro de agua, por lo que los peregrinos vuelven a reunirse aquí.
Una vez más, me alegro por la conversavion durante la etapa y recojo viejas y nuevas opiniones. Entre otras cosas, me doy cuenta de que a menudo tiene más sentido escuchar que hablar o de que a veces nos quejamos de cosas en nuestro país que son peores en otros lugares de Europa. Estas son las cosas sobre las que filosofamos a lo largo del camino. Una vez más pasamos junto a un pequeño campo en el que los agricultores lo están labrando a mano. Quién quiere y hará este tipo de trabajo en la próxima generación es una de las preguntas sin respuesta a lo largo del camino.
Poco antes del final de la etapa, intercambiamos nombres y nos enteramos de que he recorrido los últimos kilómetros con Juan y Francisca. En el último kilómetro antes del pueblo hay otra larga subida y poco después de la una llegamos al pueblo de Azura tras 22 kilómetros.
Quedan dos etapas más hasta Santiago y menos de 40 kilómetros. Sin prisa pero sin pausa, este viaje está llegando a su fin.