Eine Karte und Eindrücke / un mapa y impresiones
Die Wetterlage lässt nicht wirklich Freude aufkommen. Ich gehe am Morgen trotzdem noch zum Mirador in Muros de Nalon zurück um die Küste zu bewundern. Danach mache ich mich gegen halb zehn auf den Weg.
Der Ortsausgang ist schnell erreicht, es geht noch an einigen Wohnhäusern vorbei, bevor der Weg zum ersten Mal in ein Waldstück führt. Hier geht es erstmal bergab, aber der Weg ist gut zu laufen. Aus einer Talsenke geht es wieder aufwärts und nach 5 Kilometern ist die hübsche Stadt El Pito erreicht. Schon im Hotel waren die Beiden mir bekannten Pilger aus England und der Schweiz als Gäste und zusätzlich noch ein einzelner Herr. Diesen Pilger spreche ich schon etwas vor der Stadt an. Er kommt aus Kanada, war seine Enkelkinder in Genf besuchen und ist jetzt hier auf dem Camino. Er ist viele Etappen mit seiner Frau gelaufen, dann brauchte Sie eine gesundheitliche Pause, so ist er jetzt allein unterwegs. So hat hier jeder Pilger seine eigene Geschichte.
Er braucht in dem Ort eine kleine Pause, so gehe ich allein weiter. Hinter dem Ort geht es in das nächste Waldstück. Das führt in den nächsten Ort und dort kommt der nächste stramme Aufstieg. Nach 7,5 Kilometern bin ich wieder auf einer Höhe von 210 Metern. In der Ferne ist das Meer zu sehen. Ich bin jetzt 1 1/2 Stunden unterwegs und der Himmel sieht noch ganz freundlich aus. Hinter dem Ort führt der Weg weiter über eine Schotterstraße und nach 9,6 Kilometern geht es stramm abwärts. Vor mir liegt ein schöner Strand den ich bei Tageskilometer 11,6 erreiche. Also das war dann ein Abstieg auf Meereshöhe.
Von hier geht es mal wieder ordentlich nach oben. Nach den ersten 160 Höhenmetern treffe ich einen weiteren Pilger. Er macht gerade eine Brotzeit, kommt aus Österreich und hat vorgestern den Camino begonnen. Ich wünsche Ihm spannende Erfahrungen und laufe weiter. Es geht durch ein nächstes Waldstück bis zu einem nächsten Dorf.
Vor mir tauchen auch wieder Berge auf und ich denke, willkommen zurück in der Natur. Nach den Tagen in den Städten Gijon und Aviles mal wieder eine schöne Abwechselung. Hinter dem Dorf geht es nochmal ein Stück aufwärts bevor der Weg abermals in ein Waldstück abzweigt. Hier treffe ich einen Pilger wieder den ich in den vergangenen Tagen immer mal wieder überholt habe. Es ist langsamen Schrittes unterwegs, macht aber auch seine Kilometer. Ich habe den Herrn nie im Gespräch mit anderen Pilgern gesehen also spreche ich den Pilger Kollegen auch mal an. Er kommt aus Frankreich, ist schon von La Rochelle bis Irin gelaufen, ein Jahr später von dort bis Gijon und jetzt ist die Strecke bis Santiago dran. Ich wünsche Ihm viel Glück und setzte meinen Weg fort.
Nach 18,5 Tageskilometern erreiche ich mein Hotel in Soto de Luina. Es war die erste Etappe die ich mit Wanderstöcken gelaufen bin. In der nächsten Nacht spüre ich, dass meine Arme und Schultern ordentlich mitgearbeitet haben. In dem kleinen Ort Soto de Luina kommen an diesem Tage viele Pilger an. Das Hotel scheint komplett belegt zu sein. Beim Abendessen teile ich mir einen Tisch mit einem Kanadier. Er ist mit dem Fahrrad auf dem Camino unterwegs. Er hat das Rad in Santiago reserviert, das Unternehmen hat das Rad nach Irun geschickt und er fährt jetzt das Rad wieder nach Santiago zurück.
El tiempo no es muy estable. Aún así, vuelvo al Mirador de Muros de Nalón por la mañana para admirar la costa.
Entonces salgo hacia las nueve y media. Rápidamente llego al final del pueblo y paso algunas casas antes de que el camino entre por primera vez en una zona boscosa. Al principio es cuesta abajo, pero el camino es fácil de andar. A partir de una hondonada en el valle, el camino vuelve a subir y después de 5 kilómetros se llega a un pueblo bonito, se llama El Pito. Los dos peregrinos que conozco de Inglaterra y Suiza ya estaban alojados en el hotel, al igual que un caballero soltero. Hablo con este peregrino un poco antes de llegar al pueblo. Viene de Canadá, estaba visitando a sus nietos en Ginebra y ahora está aquí haciendo el Camino. Ha caminado muchas etapas con su mujer, pero ella necesitó un descanso por motivos de salud y le lleva algo de ventaja en transporte público, así que ahora viaja solo. Cada peregrino tiene su propia historia. Necesita un breve descanso en el pueblo, así que continúo solo.
Después del pueblo, entro en el siguiente tramo de bosque. Esto me lleva al siguiente pueblo, donde comienza la siguiente subida empinada. Después de 7,5 kilómetros, vuelvo a estar a 210 metros de altitud. A lo lejos se ve el mar. Llevo una hora y media caminando y el cielo sigue siendo bastante agradable.
Después del pueblo, el camino continúa por una carretera de grava y, tras 9,6 kilómetros, la ruta desciende abruptamente. Ante mí se extiende una hermosa playa, a la que llego en el kilómetro 11,6. Ha sido un descenso hasta el nivel del mar. A partir de aquí, es otra subida empinada. Tras los primeros 160 metros de desnivel, me encuentro con otro peregrino. Está tomando un bocadillo, viene de Austria y empezó el Camino anteayer. Le deseo una experiencia emocionante y continúo caminando.
Atravieso otro tramo de bosque hasta el siguiente pueblo. Las montañas aparecen de nuevo ante mí y pienso, bienvenido de nuevo a la naturaleza. Después de los días en las ciudades de Gijón y Avilés, es un cambio agradable. Detrás del pueblo, el camino sube un poco antes de bifurcarse de nuevo en una zona boscosa. Aquí me encuentro con otro peregrino con el que me he cruzado de vez en cuando en los últimos días. Camina despacio, pero también hace kilómetros. Nunca había visto a este señor hablando con otros peregrinos, así que hablo con mi colega pregrino. Viene de Francia, ya ha caminado desde La Rochelle hasta Irín, un año después desde allí hasta Gijón y ahora le toca caminar hasta Santiago. Le deseé buena suerte y continué mi camino.
Después de 18,5 kilómetros, llego a mi hotel en Soto de Luina. Era la primera etapa que hacía con bastones. A la noche siguiente, noto que mis brazos y hombros han trabajado mucho. Ese día llegan muchos peregrinos al pequeño pueblo de Soto de Luina. El hotel parece estar lleno. En la cena, comparto mesa con otro canadiense. Está haciendo el Camino en bicicleta. Ha reservado la bicicleta en Santiago, la empresa se la ha enviado a Irin y ahora está montando en ella de vuelta a Santiago.