Eine Karte und Eindrücke / un mapa y impresiones
Ein toller Ausflug und darum habe ich hier in Cangas de Onis ein Hotel gebucht. Am Vortag war die unangenehme Überraschung, dass die Straße zu den beiden Seen Enol und Ercina für private PKW gesperrt ist. Grund dafür ist der Feiertag der 1. Mai, der als Brückentag von vielen Spaniern genutzt wird, um durchs Land zu reisen. So habe ich mir eine Busfahrkarte gekauft. Die Abfahrt war um 10 Uhr und der Bus war bis auf den letzten Platz besetzt. Das hätte auf der schmalen Straße ein Chaos gegeben, wenn alle Leute mit dem Auto hier unterwegs gewesen wären.
Um 10:45 Uhr komme ich am Parkplatz an. Schon die Aussichten unterwegs waren spektakulär. Am Parkplatz bekommen alle ankommenden Personen über einen kleinen Lautsprecher und mit Hilfe einer Karte die Informationen, was ist wo und wie lange braucht man für welchen Weg. Danach verteilt sich aber die Menschenmenge aus zwei gerade angekommenen Bussen. Ich mache mich auf den Weg zum ersten Aussichtspunkt. Danach folge ich dem Wanderweg, komme aber wohl ein wenig von den obligatorischen Wegen ab. Macht aber nichts, ein paar Mitarbeiter des Nationalparks passen schon auf, dass sich keine Touristen verirren und Sie weisen mir auch den Weg zum höher gelegenen See über eine Wiese. Der nächste Aussichtspunkt ist auch ein obligatorischer Besuch, weil von dort beide Seen zu sehen sind.
Danach mache ich mich auf den Rundweg, 5 Kilometer lang, wie die Ansage zu Beginn war und teilweise noch durch tiefen Boden, bedingt durch den Regen der letzten Tage. Im Übrigen ist für diesen Weg schon Trittsicherheit und gutes Schuhwerk erforderlich. Die Besucherzahl hat sich endgültig verstreut und viele Wanderer sind hier nicht mehr unterwegs. Die 2 Stunden aus der Beschreibung brauche ich nicht ganz. Zum guten Schluss gönne ich mir noch eine Käseplatte an einer der Hütten die hier etwas zu Essen anbieten. Um 14:50 Uhr ist dann wieder die Rückfahrt, der Himmel hat sich zugezogen, sodass die Abfahrt nicht schwerfällt.
Un estupendo viaje y por eso reservé un hotel aquí en Cangas de Onís. También tuve suerte con el tiempo. El día anterior, me llevé la desagradable sorpresa de que la carretera que lleva a los dos lagos, Enol y Ercina, estaba cerrada a los coches particulares. El motivo es el día festivo del 1 de mayo, que muchos españoles utilizan como puente para viajar por el país. Así que compré un billete de autobús. La salida era a las 10 de la mañana y el autobús iba lleno hasta el último asiento. Habría sido un caos en la estrecha carretera si todo el mundo hubiera venido en coche. Llego al aparcamiento a las 10:45.
Las vistas del camino ya eran espectaculares. Todos los que llegan al aparcamiento reciben información a través de un pequeño altavoz y con la ayuda de un cartel sobre dónde está cada cosa y cuánto se tarda en llegar. Después, sin embargo, la multitud se dispersa en dos autobuses que acaban de llegar. Me dirijo al primer mirador. Sigo la ruta de senderismo, pero parece que me desvío un poco del camino trillado. Pero no importa, unos cuantos empleados del parque nacional ya se están asegurando de que ningún turista se pierda y también me indican el camino hacia el lago más alto a través de un prado. El siguiente mirador también es de visita obligada, ya que desde allí se pueden ver los dos lagos.
A continuación, emprendí la ruta circular, de 5 kilómetros, como me habían dicho al principio, y aún en parte por terreno profundo debido a las lluvias de los últimos días. Por cierto, para este sendero se requiere seguridad y buen calzado. El número de visitantes por fin se ha dispersado y ya no hay muchos caminantes por el sendero. No necesito las 2 horas de la descripción. Al final, me deleito con una tabla de quesos en una de las cabañas que ofrecen algo de comer aquí. La vuelta comienza a las 14.50. El cielo se ha cerrado, así que el descenso no es difícil.