Eine Karte und Eindrücke / un mapa y impresiones
Die letzte Etappe. Santiago de Compostela ist das Ziel des heutigen Tages. Die Fragen, die während mancher Etappe aufgekommen sind, schaffe ich es den Weg zu pilgern, kommt ein Schmerz oder etwas Unvorhergesehenes, diese Fragen stellen sich nicht mehr. Gute 20 Kilometer stehen noch aus und dazu mache ich mich um kurz nach acht auf den Weg.
Morgennebel liegt mal wieder über der Landschaft, aber für Galizien ist das ja nicht ungewöhnlich. Nach knapp 2 Kilometern laufe ich am Ortsrand von O Pedrouzo vorbei, dem Startpunkt der meisten Pilger zur letzten Etappe. Nach dem Ort geht es erstmal in ein Waldstück, das Kühle und bei Bedarf auch Schatten spendet. Hier treffe ich auf die beiden jungen Damen, die am Vortag im gleichen Hotel übernachtet haben. Die Beiden kommen aus Jaen, in Andalusien und pilgern die letzten 100 Kilometer. Sie haben Spaß am Wandern und möchten erste Erfahrungen zum Pilgern sammeln. Wir reden eine Zeit, bevor ich meine Schrittfrequenz mal wieder erhöhe.
Kurze Zeit später treffe ich auf Concha und Fernando, die zusammen mit Lisa und Thomas unterwegs sind. Die Vier haben sich am Vorabend in einem Restaurant oder einer Bar getroffen, mit dem Namen 19 Km, also der Entfernung von O Pedrouzo nach Santiago. Die Vier freuen mich zu sehen und so laufen wir zu fünft weiter. Es geht weiter durch Waldstücke. Hier sind auch die ersten Musikanten, oder Dudelsackspieler am Wegesrand, ebenso wie Souvenir Verkäufer, die auch die Credencial mit einem Wachssiegel und Stempel versehen. Es geht weiter am kleinen Flughafen von Santiago vorbei, bis wir nach 8,3 Kilometern oder kurz nach 10 Uhr erreichen wir die kleine Ortschaft San Paio erreichen. Sehenswert ist die kleine Kapelle und zwei Bars laden zu einer Pause ein. Aus der Erfahrung weiß ich, dass ist hier der schönste Platz für einen zweiten Kaffee am Morgen, den wir uns dann gönnen. Nach einer guten halben Stunde laufen wir dann weiter.
Um 11:40 Uhr kommen wir zum Kilometerstein mit der Anzeige 10 km, bis Santiago. An dieser Stelle setzt auch der erste Regen des Tages ein. Also Regenjacke anziehen und weiter geht’s. Ab jetzt geht es nur noch über Asphalt, erstmal über kleine Nebenstraßen weiter Richtung Santiago. Die Menge der Pilger, die mit uns unterwegs sind, hat sich etwas minimiert. Auch dieses Phänomen kenne ich aus dem Vorjahr, es gibt sehr, sehr viele Pilger, die früh in Santiago ankommen möchten und die sich schon gegen sechs Uhr auf den Weg gemacht haben. An der letzten ca. 5 Kilometer vor Santiago liegenden Bar legen wir nochmal eine kurze Pause ein. Hier treffen wir auf eine Gruppe von fünf jungen Pilgern aus Malaga, die am Abend zuvor auch in der Bar 19 km waren. So geht es in einer noch größeren Gruppe weiter.
Um 12:45 Uhr erreichen wir den Monte do Gozo. Von hier ist dann zum ersten Mal die Kathedrale von Santiago zu sehen. Wir laufen nicht bis zu den zwei Pilgerstatuen, die ich schon aus anderen Gelegenheiten kenne, sondern direkt weiter ins historische Zentrum der Stadt. Es sind noch gute drei Kilometer, bis das historische Zentrum erreicht ist.
In der großen Gruppe erreichen wir den Platz vor der Kathedrale um 14 Uhr. Wir beglückwünsch uns und dann werden natürlich erstmal Fotos gemacht. Zur gleichen Zeit ist noch eine Familie mit vier jungen Töchtern auf dem Platz angekommen. Mit der Familie suchen wir uns danach eine Bar, um erstmal ein wenig zu feiern und ein Bier zu trinken.
La última etapa. Santiago de Compostela es el destino de hoy. Las preguntas que han surgido durante algunas de las etapas -conseguiré peregrinar, habrá dolor o algún imprevisto- ya no se plantean. Todavía quedan unos 20 kilómetros y salgo poco después de las ocho.
La niebla matinal vuelve a cubrir el paisaje, pero eso no es raro en Galicia. A poco menos de dos kilómetros, paso por las afueras de O Pedrouzo, punto de partida de la mayoría de los peregrinos de la última etapa. Después del pueblo, entro en una zona boscosa que proporciona frescor y, si es necesario, sombra. Aquí me encuentro con las dos jóvenes que se habían alojado en el mismo hotel el día anterior. Las dos vienen de Jaén, en Andalucía, y están recorriendo los últimos 100 kilómetros. Les gusta el senderismo y quieren vivir su primera experiencia de peregrinación. Hablamos un rato antes de que vuelva a aumentar mi ritmo de marcha.
Poco después, me encuentro con Concha y Fernando, que viajan con Lisa y Thomas. Los cuatro habían quedado la noche anterior en un restaurante o bar con el nombre de 19 kilómetros, la distancia de O Pedrouzo a Santiago. Los cuatro se alegran de verme y los cinco seguimos caminando. Seguimos por el bosque. Por el camino aparecen los primeros músicos y gaiteros, así como vendedores de recuerdos, que además sellan la credencial con un sello de cera y una estampilla. Pasamos por delante del pequeño aeropuerto de Santiago hasta llegar a la pequeña aldea de San Paio después de 8,3 kilómetros o poco después de las 10 de la mañana. Merece la pena ver la pequeña capilla y dos bares nos invitan a tomar un descanso. Sé por experiencia que éste es el mejor lugar para tomar el segundo café de la mañana, con el que nos deleitamos. Después de una buena media hora, seguimos nuestro camino.
A las 11:40 llegamos al punto kilométrico que indica que faltan 10 km para Santiago. En este punto, aparece la primera lluvia del día. Nos ponemos el chubasquero y continuamos. A partir de ahora todo es asfalto, al principio por pequeñas carreteras secundarias en dirección a Santiago. El número de peregrinos que nos acompañan ha disminuido un poco. También conozco este fenómeno del año anterior: hay muchísimos peregrinos que quieren llegar pronto a Santiago y que salen hacia las seis. Hacemos otro pequeño descanso en el último bar, a unos 5 kilómetros de Santiago. Aquí nos encontramos con un grupo de cinco jóvenes peregrinos de Málaga que también habían estado en el bar 19 kilómetros la noche anterior. Continuamos en un grupo aún más numeroso.
Llegamos al Monte do Gozo a las 12.45 horas. Desde aquí vemos por primera vez la catedral de Santiago. No caminamos hasta las dos estatuas de peregrinos, que ya conozco de otras ocasiones, sino que seguimos recto hacia el centro histórico de la ciudad. Faltan unos tres kilómetros para llegar al centro histórico.
A las dos de la tarde llegamos en gran grupo a la plaza de la catedral. Nos felicitamos unos a otros y, por supuesto, empezamos a hacer fotos. Al mismo tiempo, llega a la plaza una familia con cuatro hijas pequeñas. Después, buscamos un bar con la familia para celebrarlo un poco y tomar una cerveza.